Aprender a leer es un proceso emocionante, pero también puede generar frustraciones cuando nuestro hijo/a o alumno/a no avanza como esperamos.
Como logopeda, veo a diario familias que, con la mejor intención, repiten errores al enseñar a leer desde casa. La buena noticia es que con pequeñas correcciones y un enfoque más lúdico, todo cambia.
1. Forzar el ritmo del niño al aprender a leer
Cada niño tiene su propio ritmo lector. Compararlo con otros o exigir más velocidad solo genera ansiedad.
Recomendación: celebra los progresos, aunque sean pequeños. La motivación es el motor del aprendizaje lector.
2. Enfocarse solo en la corrección de errores
Es importante corregir, pero no basta con señalar lo que está mal. También hay que reforzar lo que hace bien.
Recomendación: utiliza frases como ‘me encanta cómo lo has leído esta vez’ antes de corregir. Refuerza la motivación lectora con elogios sinceros.
3. Elegir textos poco adecuados
Si el texto no conecta con sus intereses, la lectura infantil se vuelve una obligación.
Recomendación: deja que el niño elija entre varias opciones. Cuentos, cómics o recetas pueden ser igual de válidos y ayudarán a fomentar el gusto por la lectura.
4. No trabajar la comprensión lectora
Leer no es solo descifrar letras; también implica comprensión lectora. Si el niño no entiende, pierde el sentido de la lectura.
Recomendación: haz preguntas después de leer, comenta personajes y predicciones para reforzar la comprensión.
Conclusión
Enseñar a leer desde casa es posible cuando se acompaña con paciencia, empatía y juego. Estas estrategias para enseñar a leer pueden ayudarte a prevenir dificultades de aprendizaje lector y disfrutar del proceso junto a tu hijo.
👉 Te recomiendo leer también en mi blog ‘¿Qué es la fluidez lectora?’ y ‘Velocidad lectora por edades’ para complementar este tema.