Enfermedad neurológica

Intervenimos cuando un paciente ha sufrido un ictus

La intervención de un logopeda en un paciente que ha sufrido un ictus es de vital importancia debido a las posibles secuelas que puede experimentar la persona afectada. Un ictus, también conocido como accidente cerebrovascular, ocurre cuando el flujo de sangre hacia el cerebro se interrumpe, lo que puede causar daño cerebral y afectar diversas funciones cognitivas y motoras.

La actuación es individualizada y se adapta a las necesidades y habilidades particulares de cada paciente. A través de ejercicios y técnicas específicas, el logopeda ayuda a restaurar o mejorar las habilidades de comunicación afectadas por el ictus, lo que puede tener un impacto significativo en la calidad de vida.

Algunas secuelas después de un ictus:

  • Afasia: Es un trastorno del lenguaje que afecta la capacidad de comprender y expresar el lenguaje de manera oral o escrita. El logopeda trabaja con el paciente para mejorar la comprensión del lenguaje, la fluidez verbal y la capacidad de encontrar las palabras adecuadas para comunicarse.
  • Disartria: Es un trastorno de la articulación y la pronunciación del habla debido a la debilidad o falta de control muscular. El logopeda ayuda al paciente a mejorar la claridad y la inteligibilidad del habla, trabajando en ejercicios de fortalecimiento muscular y técnicas de articulación.
  • Disfagia: Es la dificultad para tragar alimentos y líquidos debido a la debilidad de los músculos responsables de la deglución. El logopeda evalúa la capacidad de deglución del paciente y proporciona estrategias y ejercicios para mejorar la seguridad y eficiencia al comer y beber.
  • Apraxia del habla: Es un trastorno motor del habla que dificulta la planificación y ejecución de los movimientos necesarios para hablar. El logopeda trabaja en la rehabilitación de la coordinación y la precisión de los músculos involucrados en el habla, ayudando al paciente a mejorar la fluidez y la articulación.

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